Capitulo 9: Sakura y el broche misterioso
Capítulo 9: Sakura y el broche misterioso.
Sakura está triste por lo que Li le dijo la noche anterior, Rika que
la ve así le regala una flor y le dice que han abierto una nueva tienda
de regalos y que podían ir después de clase. Así que cuando
terminan las clases Sakura, Tomoyo y Rika van a la tienda.
Allí ven unos broches muy bonitos y deciden comprar uno cada una. Rika
elige un broche en forma de espada. Sakura las invita después a merendar
a su casa. Cuando están allí se ponen los broches que se han comprado
pero algo muy raro pasa cuando Rika se pone el suyo. Rika entra en trance y
una espada aparece. Rika la empuña y empieza a atacar a Sakura, Kero
que escucha un gran alboroto y baja, al ver a Rika con la espada le dice a Sakura
que a su amiga la ha poseído la carta espada y que toda persona poseída
por ella se convierte en una experta manejando la espada aunque nunca hubiera
usado una.
Sakura usó la carta salto para esquivar los ataques de Rika, pero cada
vez le costaba más hasta que apareció Li y bloqueó la espada.
Li quería enfrentarse a Rika con la espada pero Sakura no dejó
que hiciera daño a su amiga. Rika volvía a atacar, Sakura cogió
a Li y esquivó el ataque de un salto. Kero le dijo que para capturar
la carta tenía que hacer que la persona que sostenía la espada
la tenía que soltar aunque solo fuera un momento.
Li pensaba hacerle soltar la espada por la fuerza pero Sakura no le dejó,
utilizó la carta ilusión para proyectar la imagen de la persona
que más quería Rika y de esa forma consiguió hacerla soltar
la espada, después Rika se desmayó. Capturó la carta y
Li le dijo que no era para tanto, que esa carta era una de las más fáciles
de atrapar y Kero le mordió el dedo. Yukito llegó al ver que Rika
se había desmayado, cuando vio el mordisco en el dedo de Shaoran le cogió
la mano y de nuevo Li salió corriendo.
Al día siguiente en el colegio Sakura le regaló a Rika su broche
y le dijo que el que ella había comprado no lo encontraba por ninguna
parte, no podía decirle que lo había transformado en carta.
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